MARRUECOS
MARRAKECH
Esta ciudad fascinante y a veces agotadora, en la que es una obligación alojarse en un riad en la medina y tomar un té al atardecer mientras observas la vida y los cambios de la Plaza Jamaa el Fna, es todo un símbolo del país, además de una visita imprescindible.
Hay otras muchas cosas que ver y que hacer en Marrakech, ciudad de palacios, mercados, jardines, mezquitas y medersas, aunque sin duda, lo mejor es perderse sin rumbo por sus laberínticas calles y encontrar la verdadera esencia de la ciudad.
DESIERTO DEL SAHARA
Pasar la noche en una jaima bajo una noche estrellada en medio del desierto del Sahara, es una de las mejores excursiones desde Marrakech que puedes hacer.
Hay que tener en cuenta que hay dos zonas principales del desierto del Sahara que se pueden visitar fácilmente desde Marrakech: Zagora y Merzouga.
Hay que tener en cuenta que hay dos zonas principales del desierto del Sahara que se pueden visitar fácilmente desde Marrakech: Zagora y Merzouga.
El desierto de Zagora se encuentra a unas 7 horas de Marrakech, cruzando el maravilloso Valle del Draa y aunque sus dunas no son tan espectaculares como las de Merzouga, si no dispones de muchos días, es la opción perfecta para vivir la experiencia de pasar una noche en el desierto.
La otra opción sería Merzouga, uno de los desiertos más bonitos del mundo, en el que un mar de dunas perfectas son las protagonistas del paisaje en el que podrás pasar una de las mejores noches de tu vida bajo las estrellas.
La otra opción sería Merzouga, uno de los desiertos más bonitos del mundo, en el que un mar de dunas perfectas son las protagonistas del paisaje en el que podrás pasar una de las mejores noches de tu vida bajo las estrellas.
Cascadas de Ouzoud
Las Cascadas de Ouzoud, localizadas a 150 kilómetros de Marrakech, en la cordillera del Atlas, son las más espectaculares de Marruecos y el norte de África. Con saltos de agua de más de 100 metros que provienen del río Ouzoud, en los que además de darte un baño en sus frías aguas podrás disfrutar de un entorno de vegetación muy diferente a los paisajes típicos de Marruecos, este es uno de esos lugares que no dejan indiferente a nadie. Además, durante el paseo por las cascadas podrás rodearlas por ambos lados y ver a algunos de sus habitantes más curiosos: los monos.
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